La gratitud del Tercio
La ayuda desinteresada les hizo más llevadera su estancia en el Líbano. Por este motivo, el Sábado Legionario se convirtió ayer en Ronda en un acto de agradecimiento
TEXTO Y FOTOS: ANTONIO POZO / PLTV / RONDA/
YA han pasado tres meses desde que el Tercio Alejandro Farnesio IV de La Legión regresara de sus labores humanitarias en el Líbano, donde formó parte de la misión de la ONU en la que las tropas internacionales, en colaboración con el Gobierno local, ayudaron al control del sur del país. Los más de doscientos legionarios que se trasladaron hasta allí dejaban en España a sus familias, amigos y parejas, y se enfrentaban a una Navidad austera y lejos de su hogar. Desde Ronda, donde este tercio tiene su acuartelamiento, recibieron por esas fechas múltiples presentes de algunas empresas de la comarca con la pretensión de hacerles más llevaderos unos días en los que lo natural hubiera sido estar en casa con la familia. Vino de la tierra y queso fueron los principales regalos que recibieron y que ayer quisieron agradecer en los actos celebrados dentro del popularmente conocido como Sábado Legionario, que prácticamente cada mes conmemora La Legión para reconocer la labor de compañeros y al que está invitado todo aquel que sienta admiración por este cuerpo de élite. Así lo constató el coronel Ramón Prieto: «Agradecemos a todos aquellos que enviaron obsequios al Líbano y que, gracias a ellos, nos hicieron sentir un poco más en casa a lo largo de esos complicados meses».Por otro lado, se despidió el comandante caballero legionario Francisco Javier Herce Vicente, que ha pasado a la reserva por edad y que abandona la actividad militar después de 42 años de servicio en lugares tan variopintos como el Sahara, Fuerteventura y, últimamente, el cuartel serrano de Montejaque A los sones de 'El novio de la muerte' y en un acto cargado de solemnidad y respeto, se homenajeó a los legionarios caídos, además de reconocer, mediante la imposición de condecoraciones, la labor por méritos de otras personas.Larga trayectoriaEl Sábado Legionario es una celebración que comenzó allá por el año 1950, cuando La Legión trasladada hasta Tawima (Marruecos) decidió homenajear a los caídos en combate. Esta primera conmemoración se llevaba a cabo todos los sábados en la cripta en la que los compañeros legionarios habían recibido sepultura.De este modo, y según el coronel Prieto, se estableció un día para el reconocimiento de los caídos, del que derivan el resto de actos. Así, los legionarios del Tercio Alejandro Farnesio intentan reunirse una vez al mes para recordar a los que ya no se encuentran entre sus filas.
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