La Legión celebra este viernes en Viator (Almería) el regreso de sus tropas a Afganistán y Líbano
El General García Sánchez volverá a mandar la Brigada española en Marjayún y el coronel Pérez García dirigirá las tropas en Qala-I-NowRedacción / EPLa Brigada de la Legión Alfonso XIII (BRILEG) celebrará este viernes en la Base Álvarez de Sotomayor, en Viator (Almería), el acto oficial de despedida de los dos contingentes que se desplegarán el próximo mes de marzo en Líbano y Afganistán, al mando del general de Brigada Juan Bautista García Sánchez y del coronel Pedro Pérez García, hermano del comandante de la Guardia Civil Gonzalo Pérez García, que murió por las heridas sufridas en una operación antiterrorista en Irak en febrero de 2004, según confirmaron a Europa Press fuentes militares.Las fuentes consultadas explicaron que la ceremonia militar estará presidida por el jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra (FUTER), teniente general Virgilio Sañudo Alonso de Celis, y supondrá la celebración del regreso de la Legión a los dos teatros de operaciones más peligrosos de los cuatro en los que están desplegadas las Fuerzas Armadas españolas. La Brigada de la Legión comenzará el 4 de marzo de marzo el despliegue escalonado, en tres fases, de los más de 400 soldados, suboficiales y oficiales legionarios que liderarán la nueva agrupación española en Afganistán al mando del coronel Pedro Pérez García, jefe del Tercio Don Juan de Austria y hermano del comandante Gonzalo Pérez García, que perdió la vida trece días después de resultar herido de bala en una operación antiterrorista en Irak el 22 de enero de 2004. El comandante de la Benemérita fue uno de los principales responsables de la implantación de los equipos que integran el Sistema Integral de Vigilancia del Estrecho (SIVE).El despliegue en Líbano comenzará días después de la marcha de sus compañeros de armas a Afganistán. El 23 de marzo, el contingente que volverá a mandar el jefe de la Brigada de la Legión, el general de Brigada Juan Bautista García Sánchez, iniciará el traslado vía aérea con destino a la Base española Miguel de Cervantes en Marjayún, la misma base que empezaron a construir los primeros legionarios en octubre de 2006 y que en la actualidad es una de las mejor equipadas de toda la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL). La vuelta de la Legión al país de los cedros será también el regreso de García Sánchez al mando de la Brigada Multinacional Este de FINUL, tras haberla dirigido en los primeros seis meses de participación española en esta operación de Naciones Unidas. Los contingentes en Afganistán y Líbano estarán compuestos por más de 1.300 soldados, suboficiales y oficiales legionarios, apoyados por efectivos de otras unidades de Tierra, como los miembros de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército (FAMET), responsables de los helicópteros en ambos destacamentos, y militares de unidades logística y sanitarias. AUMENTO DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDADEl despliegue legionario en Afganistán se producirá en uno de los periodos de mayor riesgo, toda vez que la insurgencia y el movimiento taliban retoman sus acciones y atentados con el regreso del buen tiempo en primavera. El contingente que estará al mando del coronel Pérez García contará por primera vez en la historia militar española con la protección de vehículos aéreos no tripulados (UAV) Searcher MKIIJ, que podrán vigilar las zonas por las que vayan a desplegarse sus patrullas terrestres y recabar datos de inteligencia para los militares emplazados en la Base de Apoyo Avanzado de Herat. Estos aviones espía tienen un alcance de 150 kilómetros por aparato y puede utilizarse en función relé, es decir, enlazando una primera aeronave con una segunda, de tal modo que se puede observar una zona de más de 200 kilómetros sin salir de la base operativa. Tanto el contingente del coronel Pérez García como el que mandará el general Bautista García Sánchez serán los primeros en contar con vehículos blindados resistentes a minas modelo Lince de IVECO. Estos nuevos blindados reforzarán la seguridad de las tropas en sus desplazamientos vía terrestre ante la principal amenaza terrorista, las minas y los los artefactos explosivos improvisados (IED), por sus siglas en inglés, que el pasado año se cobraron la vida de nueve soldados del Ejército español en Líbano y Afganistán y de un intérprete afgano.
